he descubierto que el gusto de recorrer la terraza, vuelta adelante y vuelta atrás, viene de una sensación de enraizamiento.
en un mundo doloroso,
la perfección de la alegría la he encontrado en los cabellos asoleados que se arremolinan en el rostro con cada aire, en sus piruetas felinogozosas, en saber un suelo firme y resistente bajo las desnudas plantas de los pies.
creo haber visto la verdad,
solo la verdad
y nada más que la verdad.