"Si es tan simple como el encuentro entre el
hombre y la mujer, ¿por qué resulta tan difícil? ¡De nada vale luchar,
anhelar y buscar, intrigar y discutir, insistir y suplicar! Después de
tantas vueltas, algo se interpone y lo simple se hace complejo.
Encontrar es reconocer, no hacer. Es mejor olvidarse de anhelar y desear
y esperar, aun la soledad, porque estos sentimientos enlodan el agua de
la mente"
miércoles, 24 de octubre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
tan desmemoriada que olvidé que no tengo memoria...
en días de lluvia, cuando sentía el peso terrible, la bruma en la voluntad, la ceguera en los pies, los aullidos de la enseñanza, el desencaje de la fantasía
(no hay elefantes morados):
en esos días planchabas mi uniforme, no hasta dejarlo sin arrugas, sino hasta que fuera lo suficientemente abrigado, para que me acompañen tus caricias en la tela. Planchabas mis medias de lana, hasta que fueran lo suficientemente alas -ligeras, calientes, livianas-.
Llegaba abrazada a la escuela a ordenar la cajita de colores (por afinidades 'tonos de familia'), a dejar que la mano juegue a la caligrafía.
Había días de lluvia en los que sabía de tu regazo.
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