martes, 5 de noviembre de 2013

i'd do


tres esperpentos en las horas quedadas,
uno hacia la media noche, uno por los espíritus, uno al desayuno.

en una calma forzada, recoger los alientos:

¡huye al bosque, devora niños!,
con tus restos de trocitos de infantes acaramelados


la bondad no corre por tus venas,

tiempos difíciles se aproximan,
y vos acá, botando la esperanza.