en los momentos menos adecuados se me quiere ir la lengua, la encierro con esfuerzo.
Trago el impulso y lo arremeto a los dedos.
imagino uno tras otro los cigarrillos que me fumaría si su olor no me resultara insoportable.
No hay vaso que tomar, pared que arañar, mano que sujetar.
si pudiera me subiría al árbol más alto. como una salamandra, con un dedo a la vez tocaría la noche, acariciaría la luna, y de tanto cuidado en los movimientos, podría aullar, aullar con entrega.
¡Sácalo lengua, sácalo de una vez!
escribe, ¿qué más se puede hacer?, ¿qué más quieres hacer?
Cuenta, ¿qué más se quiere hacer?, ¿qué más puedes hacer?
el jueves, un gorrión bajó al café. despacito, con calma, reunía migajas.
su comer se registraba en mi piel.
cada miga: segundos de vejez.
envejezco, abuela...
pero,
la memoria es un gran poder.
veo, desde tu habitación, el sonido del viento en las noches de verano; desde tu cocina, la mermelada; desde tu sala, las historias, las veo todas.
¿recuerdas tu sonrisa al escucharme leer mi primera oración?
¿recuerdas tu sonrisa al atardecer?
¿quién diría que el volar de las loras podría traer paz a "el albergue de las mujeres tristes"?
te veo abuela, envejecimos...
pero,
la imaginación es más poderosa que la memoria
el gorrión, cuando se fue, se hizo un abejorro,
y hay quienes dicen que los abejorros no pueden volar.
granny, these will always be our days.
ps. voy a buscar la foto de los chihuiles