lunes, 16 de julio de 2012

Light your fire

Hay tanto para decirte, pero el discurso es corto, no avanza.

Tres cigarrillos no bastan para llenar el vacío.
Tres líneas no alcanzan el reparo.
Ni tres rezos, ni tres vidas,
ni el consuelo de los siete casos de cada diez
(esa es la estadística mi querida hermana).

¡Los números no registran un pasado incomprensible! (¿Por qué a mí?).

Una botella de vino trajo el vómito, y quedó una contorsión para el registro.

Contar... ¿contar es lo que queda como huella de una desprotección?

¡No!


El mundo es tan amplio, tan grande, tan acogedor, sobrecogedor  y deslumbrante...
Sí, sí, alcanza. El universo nos alcanza...
: respira pequeña, inhala, exhala.

Vive el aire, se el aire, sábete el aire.

Y sopla las alcantarillas para que la voz llegue al amado; envía tu aliento y recibe el regalo de la retribución.

Cuando falte, ve al mar: que lo salubre purificará el alma y la huella de Caín -que crees está sobre la espalda- caerá.
No está en ti el pecado, no se te arrebató el "bendita sobre las mujeres".
Estás, hermana mía, entre las diosas y el pasado nos queda únicamente para la integración.

Exhálanos con la sabiduría que en la sangre te clama.
 La independencia, hermanita, esa es una batalla personal: